Me quede impresionada, congelada, con una cara de tonta mirando mi celular,
retumbaba en mi cabeza “aseguremos que Jenny no se entere” me sentí horrible,
ahora si estaba confirmado.
- ¡July! ¡Te dije que no te demores! Te estamos esperando-. Jen interrumpió
mi pensamiento abriendo la puerta con fuerza.- estee... Si sisi, si, ya voy.
- ¿estás bien? ¿qué pasa?-. Pregunto Jen mientras se acercaba a mi con curiosidad.
- no... Nada... No-. Dije yo insegura, despertando de mi estado de piedra guardando con rapidez mi celular en mi bolsillo.
- me estas ocultando algo, lo noto en tus ojos, somos mejor amigas, confía en mi-. Y ahora en donde me meto, ok, ok ya es tiempo, tengo que confiar en ella, no fue mi culpa, o bueno si lo fue, ¡bueno no lo sé! No importa solo hazlo; le sonreí ocultando mi tristeza, o al menos trate de hacerlo porque ella me conoce muy bien.
- Jen lo que pasa es que en la fiesta...
- ¡chicas! Las estoy esperando, ¿Van a venir?- Ryan nos interrumpió, ¡¡Noo!! Ya estaba lista, tengo la peor suerte.
- si, ahora vamos, me cuentas luego, ¡vamos!-. Jen se paró de golpe y me sonrió invitándome a pasear, seguido yo me pare y la seguí por atrás.
Jen me estaba llevando a conocer el lugar, mientras en mi cabeza retumbaba lo de Daniel, bueno, evitare pensar en ese descarado relajare y no le digas nada a Jen hasta hablar claramente con el, mejor aprovecha lo poco que te queda de amistad con Jenny, porque después de esta no te va a volver a hablar.
Estábamos Ryan, Jen y yo paseando en el bosque que abundaba, era incomodo esta allí, pero al mismo tiempo me encantaba.
- chicas, se me ocurrió una idea-. Exclamo Ryan entusiasmado.
- ¡dinos!-. Respondió Jen alegre.
- ¡que tal si vamos a montar!-. Volvió a exclamar Ryan mientras dibujaba una traviesa sonrisa
- no cuenten conmigo, soy la peor montando, el año pasado el caballo casi me mata cuando me caí-. Dijo Jen exagerando mientras miraba a Ryan y este se reía.
- si quieres puedes ir July, mientras yo voy a estar en la cabaña, haciendo... Bueno cualquier cosa-. Jen se fue alejando cada vez mas de nosotros, dejando a mi sola e incomoda con su primo, y luego ella me obliga a despertarme temprano.
- y bueno... ¿Quieres ir?
- ¡claro! ¿Pero no me voy a caer verdad?-. Pregunte yo con ironía y sonriendo; Ryan volvió a reír.
- no tranquila, en año pasado ella se cayo porque yo hice molestar a su caballo-. Dijo Ryan mientras caminaba hacia un lugar que yo desconocía y lo seguía por atrás, era algo complicado caminar por aquel terreno, estaba lleno de arboles y habían muchas plantas, de repente sentí algo, un sonido desesperador, un presentimiento de miedo, de peligro.
- ¡¡Ryan cuidado!!- empuje a Ryan hacia adelante, el cayo de pecho y la rama grande, seca y pesada adelante mío, me asuste Ryan igual; el no dejaba de mirarme con impacto, mientras las cenizas de la rama asesina caían lentamente en mi y se pegaban en mi cabello, quedamos con el miedo durante unos segundos, mirándonos, los ojos de Ryan reflejaban susto, asombro y algo mas que no logre descifrar, me empezaron a picar mis ojos, debido a que el polvo y las cenizas lograron atravesar mis pestañas, me empecé a rascar con torpeza, moviendo mis manos en círculos, dejaba la mínima vista nublada, escuche que Ryan se levanto del sucio suelo y se sacudía las manos, abrí los ojos y estaban rojos, hinchados y un poco de mi cabello en mi cara, Ryan se río, camino unos pasos, levanto su pierna para atravesar la rama, me miro a la cara, me saco lentamente mi mechón de cabello medio castaño medio dorado de la cara y me miro fijo con sus ojos cafés oscuros brillosos.
- tus ojos, cambiaron de color, juro que cuando te vi por primera vez eran amarillos con café miel, y ahora están café oscuro como los míos-. Dijo Ryan mientras hacia una mueca extrañada; me agarro del mentón, ambos estábamos en la misma altura, el era de mi mismo tamaño, con su otra mano toco alrededor de mi extraño ojo, sentí como su dedo rozo con delicadeza la parte exterior del ojo y fue bajando por mi cara lenta y tiernamente, sentí un cosquilleo, ternura y calor en mi interior, me mordí los labios, y una pequeña atracción se despertó dentro de mi, como una vela, cuando es encendida sobre el candelabro dorado y decorado en esas cálidas noches navideñas; mi vela se encendió, Ryan la encendió.
- ¿Vamos?-. Pregunto el mientras sonreía amigable y sus ojos brillaban.
- eeehmm... ¿Qué?-. Pregunte yo en voz baja, aun imnotizada, parpadee varias veces para despertar, no puedo creerlo, que tonta, me quede como estúpida mirandolo, y lo peor el se dio cuenta, tonta, tonta, tonta, ¡ya basta! Despierta esta esperando tu respuesta.
- eeehmm... ¡Sí! Vamos.
Caminamos un poco mas y llegamos a una colina en donde las hojas estaban un poco secas pero el verde seguía abundando, bajamos la colina y nos encontramos con una manada enorme de caballos, eran hermosos, majestuosos, fuertes, y su pelaje brillaba como comercial de peluquería, eran preciosos, de distintos colores, unos blancos, otros amarillentos, otros negros, otros cafés, otros con manchas, algunos trotando, y su cabellera al aire, el hermoso atardecer se aproximaba, era uno de esos paisajes que solo se logran ver en las películas, de esos paisajes perfectamente editados con photoshop, de esos paisajes que solo un artista que siente e imagina puede pintarlos con las mejores técnicas, me paralice, era hermoso, por dentro sentí unas ganas profundas de llorar.
- ¿hermoso no?-. Dijo Ryan mirando el paisaje con las manos en sus bolsillos de su capucha y sonriendo.
- es, es... Bellísimo-. Dije yo sonriendo.
- bueno entonces que esperamos, Ryan empezó a caminar hacia las preciosas criaturas, yo lo seguía de atrás.
- mira, esta lindura es mía, es mi yegua consentida, dijo Ryan mientras acariciaba a la castaña yegua de cabellos negros con una mancha blanca que venia desde su frente hasta su ozico.- se llama Buquy.
- eeeemmm... Qué lindo-. Dije yo insegura
- no, es broma, se llama Penny-. Dijo Ryan mientras se reía de mi.
- debiste ver tu cara-. Empezamos a reírnos juntos, su sonrisa, el es tan lindo.
- mira aquella, se llama Liz, la rubia de allá de pezuñas blancas-. Dijo Ryan mientras apuntaba a una majestuosa yegua.- tú montaras aquella.
- esteee... Preferiría no estar sola en un caballo, ya sabes...
- vamos July, no seas así, es la yegua de Jen, claro que ella nunca monta pero aun así, es bien cuidada y educada, no te pasara nada.
Ryan me lleno de confianza, pero no podía hacerlo, simplemente no quería.
- enserio no es por miedo-. La verdad si era por un poco miedo.- pero prefiero
no subir sola-. La verdad quería estar con el.- está bien, subirás con migo entonces, ¿nunca montaste verdad?-. Pregunto Ryan mientras descolgaba una montura café, vieja y acolchonada y unas sogas un poco mas claras que la montura, de un árbol que tenía tres monturas mas nuevas que la que el agarro, colgando de una rama.
- no, nunca monte sola, por eso me da miedo-. La verdad si había montado sola, solo era un capricho
- pero, me dijiste que no tenias miedo, ¿Me estas mintiendo?
Uupss... Metí la pata, y ahora que le digo.
- si, es que... No me da miedo, lo que pasa es que...-. Me quede callada, aproveche que el estaba distraído para fingir que ya le había respondido, y el "no me había escuchado" no sabia que responderle, pero eso me pasa por mentir, simplemente me hice la tonta mientras el colocaba la montura a Penny y ataba las sogas al rededor de su mandíbula y ajustaba el asiento al rededor de su torso.
- ¿lista damisela?-. Dijo el sonriendo amigable agachando la cabeza e inclinándose levemente en su lugar, me sonroje, me quede callada, me empezaron a temblar las rodillas y sentí cosquilleos, como siempre, no lo demostré y solo me reí de el tiernamente; el esperando mi respuesta levanto su cabeza para verme a los ojos.
- si estoy lista-. Dije yo riendo.
- entonces, ¿Que esperamos?-. Dijo Ryan mientras se subía de un salto a Penny, con una mano agarro el dirigidor que estaba atado al hocico de Penny y con la otra me invito a subir, me sonrió y no me sacaba los ojos de encima, misión conquistar a un chico que apenas conozco y que es el primo de mi mejor amiga completa.
Le agarre la mano y me jalo hacia arriba, subí de un simple salto, hasta yo misma me impresione, lo agarre de los hombros, no quería abrazarlo como suelen hacer las princesas en las películas, quería demostrarle que yo soy un blanco difícil, además que aunque moría de ganas por abrazarlo sobre un caballo, me daba una sensación rara, ya que el es el primo de Jen y por otras razones que ni yo misma entendía.
- si te abrazas de mi cintura te resultara menos fácil caerte-. Dijo Ryan volcando hacia atrás mirándome de forma burlona, el si quería que yo lo abrase.
- tranquilo Romeo, ya no son necesarias las princesas en estos tiempos-. Le respondí yo mirándolo con superioridad, continuando con mis brazos sobre sus hombros.
- ¿A si? Conque eso piensas, ya verás-. Dijo Ryan desafiándome, y fue en ese momento en que Penny empezó a trotar, me fui un poco para atrás y me asuste, fue muy repentino, abrace a Ryan mas fuerte pero seguía de los hombros.
Ryan se rió desafiante, hizo un movimiento brusco y Penny empezó a correr con velocidad, yo, en cambio seguía de los hombros.
- ¿eso es lo mejor que tienes para lograr que te abrase? Enserio, tienes que buscaste otra táctica.
- no es todo lo que tengo, vas a ver que al acabar el día te voy a conquistar dijo Ryan con un tono malvado y pretencioso.
- ¿A si? Pues.... Te va a resultar bastante complicado querido-. Antes me hubiera quedado callada, sonrojándome, pero esta vez, estaba muy provocativa, furiosa, traviesa y quería averiguar cuál era el limite al cual Ryan quería llegar.
Ya estaba el atardecer puesto, e íbamos sobre Penny siguiendo un camino, en el cual las hojas se iban haciendo cada vez mas amarillentas e iban cayendo poco a poco, era un lugar muy hermoso, no tenía ni idea a donde estábamos yendo, pero no me interesaba; me quede impresionada con semejante y hermoso camino, a medida que íbamos avanzando el bosque cambiaba de color totalmente, de verde paso a amarillo, luego naranja y después de pasear un rato mas parecía otoño.
- ¿Lindo verdad?
- Ryan, es hermoso, no sabía que habían cosas así.
- si, la primera vez que vine aquí era un niño, vine de pesca con mi papa.
- que lindo, ¿hay un lago por aquí?
- si, uno más allá, ahora te llevo a ver.
Ryan dirigió a Penny hacia otra dirección, mientras el mantenía la vista al frente, yo miraba hacia arriba y veía que las ramas naranjas eran unas cortinas al cielo, no dejaban un rastro de celeste, veía las hojas caer lentamente, algunas caían en mi pelo, otras en el hombro de Mike, empecé a escuchar una cascada, el sonido se hacía cada vez más fuerte.
- ¿cómo se llama tu papa?
- se llamaba Joseph -. Estoy loca o escuche "se llamaba".
- ¿se llamaba?
- si... El murió cuando yo tenía once años en un accidente-. Que incomodo, y que tonta, como pude preguntar eso.
- lo siento... Yo... No sabía, Jen nunca me dijo que...
- no, tranquila, está bien, ya paso y hace mucho.
Fue un segundo de silencio incomodo, o al menos para mi, mi pensamiento se corto cuando se abrió una preciosa vista al frente nuestro.
Aquí les doy para leer el capitulo ocho, espero que les guste, perdón por no subir capitulo ayer, estuve ocupada:$ mañana les voy a subir el siguiente, mientras una introducción...
Capitulo nueve:
*Narra Ryan*
July es tan linda, me gustaría saber lo que piensa de mi, su forma de ser es tan... No se, ella es perfecta, la voy a conquistar, va a ser mia...
*Narra July*
Ryan es super tierno, me gustaría conocerlo mejor, y lo de Daniel, vuelve a invadir mi cabeza, lo olvidaré, no voy a perder mi tiempo pesnando en ese descarado tramposo...